Lo malo es cuando incurrimos en el exceso como en todo. Porque también tenemos estudios de universidades americanas que han comprobado que el cerebro durante el sueño regurgita lo estudiado en el día y lo fija en la memoria, de forma que si no dormimos bien no memorizamos bien. Y porque la sociedad moderna deifica el cambio, el progreso, la continua mejora, sin comprender que en la mayor parte de los sistemas se puede ir mejorando hasta alcanzar un óptimo de eficacia, alcanzado el cual, la necesidad de vender la introducción continua de cambios y mejoras que se convierten en un fin en si mismo, y no en un medio para mejorar, termina produciendo una regresión en la eficacia de la gestión. En el término medio está la virtud, y hay que tener la cintura suficiente para no dejarse esclavizar por la propia y anterior visión del mundo, pero también la profundidad suficiente para ver las cosas con distancia y valorarlas por lo que son, no por lo que innovan o dejan de innovar. Carlos Valiña. Saludos.
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